Competir para crecer

Competir para crecer es una manera alternativa de concebir la competición y todo lo que la rodea. Nos movemos en un mundo que se basa en acumular triunfos y que constituyen el eje de la "fama", aquello que caracteriza a una persona. 


El riesgo de meternos a fondo en este papel, a edades tempranas, es que cuando nos hacemos adultos pensamos que el mundo y lo externo nos deben validar para ser alguien "importante". Hemos concebido la competición como una lucha contra los otros en la que, si perdemos, somos inapropiados. 


En realidad, la competición, enfocada desde un punto de vista alternativo, se refiere a sacar a la luz nuestras "competencias", que son aquellas cualidades que nos hacen únicos y que, por tanto, nos ayudan a crecer, sacando lo mejor de nosotros, no solo en las carreras, sino en todos los ámbitos de la vida. 

Por ello, las escuelas deportivas tienen la posibilidad de enfocar el deporte desde esta perspectiva, favoreciendo que los niños/as se muevan y participen con ganas, entendiendo que la rivalidad es consigo mismo/a.


En el carrusel, se pueden ver algunas imágenes del taller que impartí para la Escuela de Ciclismo Las Mestas