Los venenos mentales

Un apartado que me resulta especialmente atractivo, en el libro de Jon Kabat-Zinn, Mindfulness para principiantes, es aquel en el que habla de los "venenos mentales", para referirse a estados mentales que resultan destructivos. Se refiere a la avidez, la aversión y la ilusión

La avidez es un impulso que nos incita a aferrarnos a todo aquello que deseamos (comida, dinero, amor), con un apetito insaciable. Es decir, cuando alcanzamos algo, ya estamos pensando en cuál es la siguiente cosa a conseguir, para saciar nuestra necesidad de sentirnos completos. Según palabras del propio autor, "siempre nos parece que carecemos de algo y que, si lo lográsemos, nos sentiríamos completos". Observar la avidez, no significa que no podamos desear cosas o que renunciemos a nuestros objetivos, sino que nos invita a poner conciencia y a tomar decisiones desde un lugar más neutro. 

En cuanto a la aversión, está muy relacionada con la avidez y sus deseos; pero, en este caso, lo que deseamos es que las cosas sean diferentes a cómo son. En nuestro día a día, acontecen múltiples situaciones que nos desagradan y ponen a prueba nuestra aversión, que puede saltar de manera automática ante cualquier imprevisto, como un día lluvioso que acaba con nuestros planes y expectativas. Aprender a observar estas reacciones es un proceso curativo, ya que nos ayuda a poner distancia y a no reaccionar inmediatamente ante cualquier suceso externo que no depende de nosotros. Esto no significa que no debamos ser resolutivos cuando sea necesario poner límites o protegernos, sino que seamos capaces de salir del secuestro al que nos somete nuestra mente en cualquier circunstancia. 

El último veneno, la ilusión, se refiere a actuar guiados por unos programas mentales que dan lugar a determinados filtros con los que observamos solamente una parte de las cosas, creando relaciones entre eventos que son producto de nuestro software mental, y que configuran "nuestra realidad", pero impiden que podamos ver las cosas de otra manera. En nuestra vida, vamos de personaje en personaje, asumiendo roles que suponemos deben prevalecer en cada una de nuestras identidades. Por ejemplo, no actuaré igualmente en mi rol de madre que en mi rol de hermana; cada personaje tiene asignados unos patrones que yo le confiero. Por eso, cuando miro una situación determinada, me condicionan múltiples variables que me impiden verla en su totalidad, y siempre prevalecerá aquella visión que apoye mis creencias sobre el mundo y las cosas. 

Son muchas las cosas de las que ser conscientes, y el mindfulness es la herramienta para lograrlo, asumiendo la responsabilidad de nuestra vida, algo que podemos comenzar a hacer en cualquier momento.